miércoles, 20 de febrero de 2013

ESPECIAL GIFS - Un bolígrafo sin tinta

~especial gifs~


Hay días en los que me siento muy vacía, en los que casi puedo notar la presión que hacen mis párpados para cerrarse, y el aire sale y entra de mi tan limpiamente que parezco hueca.


Hay días en los que mi cansancio no se puede describir con palabras, ni gestos, ni sonidos, dibujos, solo quiero tumbarme en la cama y dormir hasta  que caiga el sol y después, quien sabe, perder el tiempo.


Hay días en los que nada me puede hacer reír o esbozar una sonrisa, soy una hoja seca, de las que suenan al pisarlas como cuando rasgas un folio.


Hay días en los que mi ánimo cambia por horas, mi cabeza permanece quieta por fuera y no para de girar por dentro, no sé ni donde estoy, ni de donde vengo. Días en los que todo sabe igual, a papel reciclado.


Hay días en los que me siento débil y parezco un alma en pena, una niña con muchas preguntas y ninguna respuesta, demasiadas dudas y nadie que las escuche, así es como me siento a veces.


Hay días en los que me duele todo el cuerpo, tanto que el simple roce de la ropa me hace daño en la piel, haciéndome creer que estoy enferma, y me viene constantemente a la cabeza el pensamiento de la muerte.


Hay días en los que a nada le veo sentido, las palabras me suenan distintas, el azúcar sabe a sal y cuando quiero ir hacia arriba acabo en el suelo. Me confundo hasta con mi nombre, las palabras se enredan en mi lengua como serpientes, y duele.


Hay días en los que tengo los ojos vidriosos, y no por estar triste o resfriada. Todos me preguntan si estoy bien haciendo que me preocupe por mi estado de salud. Gracias a dios, es un simple estado de ánimo.


Hay días en los que trago mentiras y escupo verdades, guardo secretos de extraños bajo llave y suelto estupideces como si fuesen mariposas. Entonces valoro poder ser confidente y me doy cuenta de que es mi mayor virtud.


Hay días en los que sonrío por parecer una idiota amargada e ignoro a todo el mundo. Simplemente no me apetece escuchar cosas que no me importan y estarían mejor guardadas dentro de su garganta, muy muy al fondo.


Hay días en los que absolutamente todas las cosas que me pasan hacen que los ojos se me empañen, y por más que insista en que en serio no me pasa nada, continúan preguntándome qué me ocurre. Esos días sólo quiero gritar que me dejen tranquila, pero luego paro a pensar y agradezco que se preocupen por mí y que me demuestren lo mucho que les importo.


Hay días en los que me pongo tremendamente nerviosa y todo me sienta mal, me pongo violenta si algo me molesta y pego voces hasta a gente que no conozco. Es el peor momento para que alguien me empuje por el pasillo, me diga algo borde, o me mire con asco. Sencillamente en esos días soy un volcan.

Hay días en los que escucho cosas que no quería oír. Intento que las palabras entren por un lado y salgan por otro, pero es imposible, me siento frágil.


Sin embargo, hay días en los que estoy feliz. Aunque no se vea, me siento luz por fuera y por dentro, sonrío a todo el mundo y no necesito fingir para que vean que estoy a gusto conmigo y con el resto del mundo.


El lado malo de estos días es que cuando me pongo a escribir en un folio cómo me siento el bolígrafo no escribe, la mano me duele, las lineas se tuercen, se me gastan las hojas, encuentro imposible plasmar mis sentimientos con precisión o las palabras simplemente no me salen.
Hay días en los que me siento como un bolígrafo sin tinta.


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Tengo que hacer más de estas, me gustan demasiado ñskjdaslkfn












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